lunes, 26 de abril de 2010

viernes, 23 de abril de 2010

EMBAJADA CRISTIANA Y PAGO DEL RESCATE




EMBAJADOR:
¡Magnánimo Rey de Granada¡,
es para mi un gran honor,
el verme en la presencia
de tan laureado Señor.

ABU-L-HASÁN:
Buena sea tu llegada,
Embajador castellano,
y buenas tus intenciones,
que os espero de antemano.

EMBAJADOR:
Mis intenciones son buenas,
poderoso y gran guerrero
por lo que no hay que temer,
si bueno es querer a un pueblo.
Tierra rica y generosa,
es la que hoy represento,
que no merece tal desgracia,
ni sufrir tanto tormento.
Pueblo de gente honrada,
retrato del sufrimiento,
que con sus manos esculpen,
bondades y sentimientos.
Cieza se llama la villa,
y ciezanos sus hijos son,
de los que muchos son presos,
bajo su espada, señor.
¡ Muda quedó la huerta,
desde que ellos partieron,
y lloroso baja el Segura,
pidiendo ya su regreso!.
¡Lo campos ya no se labran,
las madres siguen llorando,
los hijos no tienen padres,
los padres, desalentados!.
A vos os pido clemencia,
y que aceptéis lo pactado,
que acabe la pesadilla,
de este pueblo desdichado.
A pagar su libertad,
me envían mis soberanos,
pues de nada sirve un Rey,
sin tener buenos vasallos.
Por lo tanto gran señor,
a lo que somos llegados,
a restaurar las heridas,
a cumplir con lo acordado.
Bajo el poder que me otorga,
mis buenos reyes y su razón,
Doña Isabel de Castilla,
y Don Fernando de Aragón.
Hago entrega del rescate,
como pago a la liberación,
de los ciezanos cautivos,
de todo linaje y condición.
Y así de nuevo regresen,
y con migo les haga venir,
a su pueblo y a sus tierras,
de donde nunca debieron partir.
( se hace entrega del rescate )

ABU-L-HASÁN:
Yo, Abu-l-Hasán,
de la invicta Granada rey,
de Allah su mayor vasallo,
y del que respeta su ley.
Decid a vuestros reyes,
que acepto de buen grado,
puesto que hoy me habéis traído,
lo que yo he demandado.
Que hoy acabe por fin,
las penurias de este pueblo,
que vuelvan junto a sus gentes,
que salgan ya de mi reino.
¡ Marchad, ciezanos ya libres ¡,
y vos , embajador tenaz,
y que al terminar hoy el día,
concluyan las fiestas en paz.


Autor: Mariano Martínez Béjar

ABU-L-HASSAN TRAS TOMAR LA ERMITA


¡Valerosos guerreros,
azotes de la cristiandad,
hemos vuelto a demostrar,
cuan victoriosos son nuestros aceros !.
¡Vuestro rey está orgulloso,
Alhá ya os ha bendecido,
porque hemos vuelto a derrotar,
a nuestro mayor enemigo !.
En cuanto a vosotros cristianos,
que habéis pagado vuestra osadía,
de intentar frenar nuestra victoria,
y hacer que se recuerde este día.
¡Los que todavía vivos quedáis,
marcharéis bajo mi espada,
descansad cuanto podáis,
porque os espera …Granada !.



Autor: Mariano Martínez Béjar

EMBAJADA MORA

General-
Que formen todas las huestes
con sus armas victoriosas,
y al frente los capitanes,
orgullosos de sus tropas.
Hoy nos cabe el gran honor,
de tener una embajada,
hoy nos hincha el corazón,
buenas nuevas de Granada.
En gran medida nos honra,
disponer de su presencia,
las buenas que vos traéis,
nos despierta la impaciencia.

Embajador-
Victorioso y gran guerrero,
admirado general,
dejadme tal privilegio,
si alguien se tiene que honrar.

General-
Ya mi noble y gran Señor,
mi gente está preparada,
henchida de gran valor,
esperando su embajada.

Embajador-
Capitanes de las tropas,
del orgullo de Granada,
hoy me dirijo a vosotros,
y a toda vuestra mesnada.
El Albaicín suspiraba,
cuando vio vuestra partida,
y hasta la Sierra Nevada,
ha quedado malherida.
La Alpujarra está llorando,
la Alhambra, sin compañía,
y ha quedado sin aliento,
la rica Alcaicería.
En todas partes se palpa,
que falta vuestra presencia,
hasta el Genil se sonroja,
cuando nota vuestra ausencia.
Pero antes que volváis,
traigo nuevas de Granada,
la más bella, la añorada,
la ciudad más apreciada.
Nuestro Rey, Abu-l-Hasán,
el mayor de los creyentes,
me envía en embajada,
a lo mejor de sus gentes.
Con vosotros quiere estar,
en esta empresa sagrada,
para lo cual hace días,
que partió desde Granada.
Mañana, tengo noticias,
es posible su llegada,
para luchar con vosotros,
blandiendo su fiera espada.
Pero antes que aquí llegue,
este “Alma Generosa”,
le envía sus deseos,
a esta tropa poderosa.
Que os aliente en esta guerra,
contra el castellano cruel,
que en pié no quede nada,
que le recuerde al infiel.
No ceséis de asaltar
y arrasar sus baluartes,
que tiemblen cuando nos vean,
asomar los estandartes.
Han de pagar con su sangre,
su temerosa insolencia,
han de besar nuestros pies,
por tanta desobediencia.
Sabed mis bravos guerreros,
a lo que aquí somos venidos,
destruir Cieza y sus campos,
solo quiero muertos o rendidos.
Más de mil leones somos,
ellos simplemente vasallos,
que solo trabajan la tierra,
que pisaran nuestros caballos.
Allí se divisa Cieza,
lástima de hermosa villa,
ya que nadie allí se espera,
el perder tal maravilla.
Hermosa villa digo,
de belleza seductora,
vosotros mismos la veis,
¡ que inocencia atesora ¡.
El Segura besa sus pies,
y le rinde vasallaje,
como queriendo expresar,
la esbeltez de su linaje.
Miradla sobre la loma,
desprotegida y confiada,
nadie allí se imagina,
el horror de nuestra espada.
De fiestas dicen que están,
adorando a su Cruz,
la fe de que presumen,
la romperá nuestro arcabuz.
Ejercito de Granada,
desde este nuestro asiento,
yo levantaré mi alfanje,
para infringir sufrimiento ¡.
Pero hoy mi “furia de Allah”,
no temáis, despejad vuestra mente,
porque todo ocurrirá mañana,
¡ mañana cruzamos el puente !



Autor: Mariano Martínez Béjar

martes, 20 de abril de 2010

CRONICA DEL 6 DE ABRIL DE 1477

El que esto suscribe le viene a bien relatar los hechos que en el mes de abril acontecieron en mi villa de Cieza y que desde mi mazmorra granadina puedo escribir a pocos días de ser liberado juntamente con algunos de mis vecinos.
Estando yo dirigiéndome hacia el pequeño huerto en la vega de nuestro querido río Segura, al pasar por las inmediaciones de la ermita de nuestro Patrón San Bartolomé ví como una mujer corría hacia la puerta de dicha ermita. Tal era la ligereza que llevaba que casi no pude contemplar su cara, tan solo aprecié en ella un rasgo de miedo y pavor.

Al llegar hasta la misma puerta quería gritar. En ese mismo instante averigüé que no le salía palabra alguna de su boca, pues era muda. Yo desde mi lugar le pregunté qué era lo que ocurría, a lo que ella ensimismada en su tarea de avisar a los demás no me hizo el menor aprecio. A la una de las tantas veces que golpeó la puerta le salieron los que dentro de la ermita oían misa y le inquirieron a que explicara tanto alboroto, a lo que la mujer muda pudo por fin gritan “moros vienen”.
Ví como todos se quedaron sin aliento al escuchar aquel aviso. En estas, el Comendador de la Villa D. Gonzalo Talón se acercó al Balcón del Muro para contemplar con sus propios ojos lo inevitable: La Invasión de las tropas moras.
Desde el lugar donde se podía ver no sólo a los invasores, sino a todo el río y su huerta en esplendor, dio la orden a los ciezanos para bajar al puente y defenderse con valentía. No pudieron hacer nada, pues le superaban en número y armas. Espadas afiladas contra palos y orcas. Escudos de metal contra tela mal cosida.
Rápidamente las tropas moras al mando de Abu-l-Hassán frenaron la defensa, mataron a muchos, saquearon nuestra villa e hicieron rehenes a los que quedamos, llevándonos a Granada.
Ya han pasado diez meses de lo ocurrido y me cuentan que tras varias negociaciones con el Rey Moro, los Reyes Católicos han autorizado a las familias de algunos de nosotros a cruzar la frontera con el Reino de Granada con dinero y bienes que sirvan para el rescate.
Dejaré atrás el infierno vivido estos meses en este lugar de sufrimiento constante y volveré a mi querida cieza, a respirar su aire tranquilo y a cultivar mi pequeño huerto a la vera del Río.

Granada, en el año del señor 1478, mes febrero.

sábado, 17 de abril de 2010

CRONICA DEL SABADO 17 DE ABRIL

A las 19 horas comenzó el acto homenaje al Escudo. Se procedió a dar lectura al texto que recuerda a los ciezanos que lucharon ese día de 6 de abril de 1477 contra las tropas moras:


“En estos días resurge en nuestros corazones el recuerdo de los ciezanos a los que aquel fatídico día 06 de abril de 1477 se les arrebató cruelmente las vidas.
Hoy, como siempre en el mes de abril sentimos vuestra presencia.
Vosotros, sin otras armas que vuestro valor y deseo por vivir en paz, esculpisteis sin quererlo el hecho histórico que quedó marcado para la eternidad en la historia de nuestro pueblo.
Ese hecho quedó reflejado para siempre en este escudo, el vuestro y el nuestro, ante el cual hoy os recordamos y del que vosotros sois la parte más importante, porque estáis en cada letra, en cada trazo, en cada grano de materia, ya que vosotros fuisteis los autores de esta obra y lo tallasteis con el cincel de vuestras propias vidas.
Hoy, desde el lugar donde muchos de vosotros os dejasteis la vida os pedimos que cada mes de abril nos acompañéis en rememorar aquellos acontecimientos en los que fuisteis los protagonistas, pero también os pedimos que nos deis fuerza para que por medio de nuestra fiesta este fragmento de la historia no caiga en el olvido.

Que este escudo, ante el que hoy os homenajeamos, se convierta en un símbolo de oposición ante cualquier acto cruel hacia los pueblos y que vuestras almas sean las garantes de que la llama de nuestro deseo siempre se mantenga encendida, como lo estáis vosotros en nuestros corazones.
Por pasar la Puente nos dieron la muerte”.

La concejala de cultura Ana Cobarro se dirijió a los presentes para recordar también esos hechos y para desear lo mejor para la fiesta que ahora comienzan.
A las 19:45, y ya en la Plaza de San Bartolomé, una vez todo el público sentando hicieron su entrada el comendador y su esposa escoltados por una escuadra de la mesnada Caballeros y Damas de la Villa de Cieça al frente de su capitán y al son de un tambor. El Rey Abu-l- Hassán y su favorita también entraron en la Plaza acompañados por miembros de su Kábila Al-Arifas y una compañía de tambores.
El acto de introdución a la fiesta sirvió de despedida para los anteriores cargos festeros (Rey Moro y Comendador) y para desear los mejores parabienes para los entrantes.
La Santa Misa con Ofrenda al Patrón San Bartolomé trajo como novedades el coro que acompañó al sacerdote D.Antonio Muñoz, que reconoció que al principio cuando la Hermandad de San Bartolomé le propuso celebrar la eucaristía no comprendia bien que pintaba una misa dentro de una fiesta de moros y cristianos, pero con el paso del tiempo ha comprendido que cualquier momento de fiesta es bueno para alegrarse de la resurrección de Jesucristo.
También comentó que el entorno le recordaba al corral de la pacheca, pero que en definitiva estaba muy contento de estar con nosotros.
Una vez finalizada la misa todos los grupos se trasladaron al balcon del muro para celebrar la cena festera de hermandad, pero al cuarto de hora empezó a llover y cada uno se las arregló como pudo para poder comer y beber sin mojarse.

REPRESENTACION DE "LA INVASION NUESTRA VENGANZA"

El viernes 16 tuvo lugar la representación de "La Invasión nuestra venganza" una obra escrita y dirigida por el Festero de la Kábila Nazaries de Siyasa, Antonio Salmerón Marín.


Con un completo aforo del Auditorium Aurelio Guirao, la representación cumplió todas las espectativas y fue un éxito rotundo.

Todos los actores, festeros pero no profesionales, cumplieron perfectamente con su papel. Basada en la novela del mismo título, nos acercó nuestra historia lo suficiente como para comprender que somos lo que heredamos de nuestros antepasados y que para no olvidarnos de ello esta representación recreó cómo podrían haber sido todos los preparativos de la invasión del 6 de abril de 1477, y como los herederos de las familias desterradas de siyasa se emocionan a volver a la tierra de sus antepasados dos siglos después.

Sinceramente, una buena mezcla de ficción e historia al servicio de nuestra fiesta.

FELICIDADES.



¡AY DE MI SIYASA!

¡AY DE TUS TORRES!

¡AY DE MI CASA!

AY DE TU ALTA ALCAZABA

QUE TODO EL VALLE DOMINA

QUE ALTIVA SE LEVANTABA

HOY QUE TRISTE RUINA

¡AY DE MI SIYASA!

¡AY DE TUS TORRES!

¡AY DE MI CASA!

AY DE TU PODEROSA MURALLA

ORGULLOSO BALUARTE

AY TRISTE DEL QUE HOY TE HALLA

DERRIBADA DE PARTE A PARTE

¡AY DE MI SIYASA!

¡AY DE TU TORRES!

¡AY DE MI CASA!

AY DE TU FERTIL HUERTA

AY DE MI AMADO RIO

AY COMO TE VEO MUERTA

AY COMO TE INVADE EL FRIO

¡AY DE MI SIYASA!

SALUDA DEL PRESIDENTE DE LA HERMANDAD

SALUDA DEL PRESIDENTE DE LA HERMANDAD DE SAN BARTOLOME -PATRON DE CIEZA, CRISTOBAL HERRERA ORTEGA, CON MOTIVO DE LAS FIESTAS DEL ESCUDO “LA INVASION” 2010.




Con la llegada del mes de abril, un año más nos disponemos a vivir nuestras Fiestas del Escudo “la Invasión”, en honor a nuestro patrón San Bartolomé.

Es un momento de alegría, pero también de solidaridad; es un momento de lúdica diversión, pero también de acendrada tradición histórica y festera.

La ilusión y esfuerzo de todo un año, se funden en unos días en donde los desfiles, el fuego, el color, la música y la pólvora son los protagonistas. Las fiestas no serían posibles sin la dedicación yesfuerzo de muchas personas que trabajan con constancia para que Cieza se vista de cristiana y de mora, convirtiendo una guerra en paz, un pueblo en luz y color y una historia en fiesta.

Me gustaría invitar a los ciezanos y forasteros a que no se pierdan ni un solo de los actos, que estén pendientes de los textos de las embajadas, que recorran las calles de nuestro barrio a través del mercadillo y que contemplen la majestuosidad de los desfiles, porque así conocerán nuestra historia.

Por último dar las gracias al Excmo. Ayuntamiento de Cieza, a todas las kábilas y mesnadas y a las empresas colaboradoras por el esfuerzo tan grande que hacen y sin el cual no podríamos difrutar de esta magnífica fiesta.

miércoles, 14 de abril de 2010

EL SUDOR DEL SANTO

LOS SUDORES DE SAN BARTOLOMÉ

Narrador: Escribano D.Luis Daroca Marín
Cura de la Iglesia: D.José Roldán
Cura Teniente Iglesia parroquial: D.Melchor Marín Ordoñez
Beneficiado de la Ciudad de Alicante: D.Miguel Sánchez.
Presidente Observancia Convento Nuestro Padre S.Francisco de Orihuela: D.Jerónimo Tudela.
D.Fray Pascual Pérez.
Pueblo llano.

D.Luis Daroca Marín (Narrador):
En esta villa de Cieza, a veintiseis días del mes de agosto de mil setecientos veinti- dós, yo,el presente escribano, doy fe a los señores que el presente vieren, como ayer día veinticinco de dicho mes, siendo como a las seis de la tarde y estando junta la mayor parte de este pueblo con muchos forasteros en su plaza pública, celebrando la festividad del señor San Bartolomé Apostol, su patrono, se vio una nube muy negra que venía hacia el término de esta villa, por la parte norte, con un grande torbellino o huracán...

Personaje 1:
-!Mirad, Mirad!, !que nubes se acercan!.

Personaje 2:
-!Es horrible!, da miedo solo mirar, parece que amenaza con el fin del mundo.

Personaje 3:
    -!Jamás había visto algo así, si llegan a quí, de esta sólo nos salba un milagro.

Personaje 1:
    -!Vamos a la iglesia, hay que avisar al señor cura!.

Narrador:
Siendo como soy, el presente escribano, mayordomo de la cofradía de dicho Santo Patrono, y estar a mi cargo la obligación de llevarlo al conjuratorio siempre que venga nube, de la cual se presuma tormenta, acudí a la iglesia parroquial de esta villa, en compañía de diferentes hombres y mujeres a hacer esta diligencia, los cuales se recogían a hacer oración y pedir misericordia en tan horroroso aflicto, como ya se experimentaba de aire y agua. A cuyo efecto, y al entrar en la iglesia, vi como mucha gente tenía al patrono con cuatro baldones encendidos junto a las puertas principales de la iglesia parroquial, pidiendo todos en alta voz misericordia a Dios, nuestro señor, y al Sr. D.José Roldán, beneficiado y cura de la Iglesia parroquial, con otros muchos de este pueblo y forasteros, que se encontraban en la capilla mayor, rezando en alta voz el Santo Rosario en dévotas súplicas y plegarias. Temiendo que la nube asolara y destruyera el lugar, estuvo la gente muy turbada y afligida como cosa de media hora, y cuando ya pareció que amainaba.....

Personaje 2:
    -!La tormenta ha terminado, ya ha pasado la nube!.

Narrador:
...Se ocultó al Santisimo Sacramento, y volviendo a la imagen de San Bartolomé en sus andas para dejarla donde antes estaba, se sintieron las voces de algunos que lo traían y acompañaban que decían:

Personaje 3:
-!Que suda el santo!, !que suda el santo!.

Narrador:
...Lo que repitieron muchas veces. A estas voces acudió D.José Roldán y mandó detener a los que llevaban la Imagen del Santo en las andas.

D.José Roldán:
    -¿Qué es lo que ocurre?, ¿a qué vienen esos gritos?. !Bajad las andas y poned el santo en el suelo!.

Personaje 3:
-!Padre, padre, que el santo está sudando!.

D.José Roldán:
-!Bien, bien!, veamos qué es lo que ocurre!.
A ver, !traedme un lienzo limpio!.

Narrador:
Muchos de los que nos hallamos inmediatos y más cerca, vimos que tenía San Bartolomé el rostro con muchas gotas de agua, y juzgando que sería salpicada de la mucha que había llovido, cuando estaba el Santo junto a la puerta de la iglesia, le limpió el cura con un lienzo blanco muy bien, sin dejarle gota alguna de agua, de las que entonces se viera tenía el Santo en su rostro, pero inmediatamente...

Personaje 4:
-!Vuelve a sudar, vuelve a sudar!.

Narrador:
Reconociendo que este caso no podía ser natural, mandó el señor cura le trajesen unos corporales, con los cuales el padre Fray Jerónimo Tudela, presidente de Obervancia en el convento de Nuestro Padre San Francísco, en la ciudad de Orihuela, que también estaba presente, limpió el rostro del Santo.

Personaje 5:
!El Santo vuelve a sudar!.

D.José Roldán:
-!Silencio, silencio!, !Hagan el favor de callar!,
Por favor Fray Jerónimo, vuelva a limpiar el rostro.

Personaje 3:
-!Mirad las mejillas!.


Personaje 5:
!Es verdad, vuelve a sudar!.

Personaje 6:
!Y la barba, también suda por la barba!.

Narrador:
A todo esto, y pareciéndole al señor cura que D. Miguel Sánchez, beneficiado de la ciudad de Alicante, el cual también se encontraba presente, estaba dudoso por no estar muy inmediato al Santo, le dijo:

D.José Roldán:
!Señor D.Miguel, por favor, acérquese, coja usted los corporales y tenga la bondad de secar al Santo.

Personaje 5:
-!Otra vez suda, mirad la cara!.

D.Miguel Sánchez:
-!Es cierto, no me cabe duda de lo sobrenatural de este acontecimiento!, !el Santo está sudando!.

Narrador:
Hasta cinco veces sudó el Santo en aquel rato, lo cual yo, personalmente, comprobé para con más certeza darlo por testimonio.
Cinco veces sudó, en lo que parece quiso manifestar San Bartolomé lo mucho que había trabajado defendiendo a su pueblo de la maligna nube que lo amenazaba. Cinco veces sudó, como cualquier persona suda después de un enorme esfuerzo o un trabajo agotador.
Y para que quede constancia de este acontecimiento, yo, D.Luis Daroca Marín, dejo escrito los acontecimientos que he narrado y que sucedieron en esta villa de Cieza, para que no caigan en el olvido y que los actuales habitantes y las generaciones futuras veneren como se merece a su Santo Patrono, aquel que un 25 de agosto de 1722 salvó a su pueblo de un desastre seguro.
Después de todo lo narrado, sólo quiero terminar con una frase que espero se repita de generación en generación:
!VIVA SAN BARTOLOMÉ!.

lunes, 12 de abril de 2010

JUBILEO 2010 CARAVACA DIA 11 DE ABRIL

Nuestra Hermandad, conjuntamente con una representación de las Fiestas del Escudo "La Invasión", entre los que se encontraban el Rey Moro y su favorita, y  el Comendador y su Esposa se desplazó hasta la ciudad de Caravaca de la Cruz para ganar el Jubileo .
La Vera Cruz de Caravaca y su Basílica, desde la Edad Media hasta nuestros días, se han constituido en centro y lugar y de peregrinación. Secularmente corrientes de peregrinos han visitado la reliquia de la cruz. En Los siglos XVI, XVII y XVIII se conceden, a instancia de  la iglesia varios jubileos referidos a los días de fiesta principales que se celebran en su honor.

En Los Años 1981 y 1996 se concedieron dos años jubilares que representan los antecedentes de la concesión real dada por la iglesia, bajo el pontificado de SS Juan Pablo II para celebrar el Año Santo o Jubileo de la Vera Cruz, cada siete años, de una manera periódica, y Fija "para siempre", a partir del año 2003, privilegio cristiano que comparten muy pocos lugares de la cristiandad.
En recuerdo de la peregrinación y  visita la Basílica de la Vera Cruz, para recibir el Don de la indulgencia y tras cumplir con todas las normas usuales establecidas por la Iglesia en relación a los jubileos periódicos, todos los asistentes recibieron diploma acreditativo de la visita.

Posteriormente se celebró una comida de hermandad en un restaurante para volver a Cieza a media tarde.
Nos vemos Dentro de Siete Años.