ERMITA E IMAGEN DE SAN BARTOLOME

ERMITA DE SAN BARTOLOME:
La actual Ermita de San Bartolomé, considerada como la construcción cristiana más antigua de Cieza, hunde sus raíces en los albores del nacimiento de la actual Cieza, aunque la primera  iglesia de la villa  no estará directamente vinculada a San Bartolomé hasta siglos más tarde. La ermita se asentará sobre la primitiva iglesia de Cieza, un reducido templo cuya datación está relacionada con el nuevo asentamiento cristiano  tras el abandono de la Siyâsa musulmana.`
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La vieja iglesia fue reedificada en varias ocasiones debido a los diferentes ataques musulmanes que asolaron la villa, y más tarde por el abandono de la misma, siguiendo probablemente la misma suerte que la fortaleza construida tras el ataque musulmán de 1477. La construcción de una nueva iglesia parroquial mucho más acorde con las necesidades de la creciente población, relegará a la ermita a un segundo plano, quedando prácticamente abandonada, y llegándose a utilizar incluso, según documentos de mediados del s. XVI, como refugio para el rebaño.
Una de las reconstrucciones más señaladas fue la llevada a cabo en 1541, con motivo de la visita del Emperador Carlos V, que pernoctó en la villa el 9 de diciembre de 1541 y oró en la ermita del patrón.
La adopción de San Bartolomé como patrón de los ciezanos, que  se remonta al menos a finales del s. XV, será un factor determinante en la suerte de la vieja iglesia. De la fuerte devoción hacia el apóstol surgirá en el s. XVI la Hermandad de San Bartolomé, de carácter patronal, dedicada a todo tipo de rogativas y actos en honor de San Bartolomé. Los restos de la antigua iglesia se reaprovecharán para la institución de una ermita en honor del patrón, de la que ya tenemos noticias en 1681, aunque el patrón pasará la mayor parte del año en la capilla que tiene en la nueva iglesia parroquial. Desde allí cada 25 de abril se trasladaba solemnemente hasta su ermita, quedando en ella hasta el 15 de agosto. Hacia 1714 se inicia la remodelación de la ermita, que se alargará durante varias décadas,  transformándose su fisonomía y funcionalidad para erigirse como ermita en donde dar culto al patrón.
En 1790 se traslada definitivamente la imagen del patrón a su ermita, ya que hasta entonces se encontraba en su capilla de la iglesia parroquial.

ARQUITECTURA: La ermita de San Bartolomé es de estilo sobrio, tanto en el exterior como en el interior.  Se compone de dos cuerpos superpuestos. El cuerpo inferior es de una sola nave con una única y principal puerta de acceso enmarcada por un arco de medio punto, y sobre ella un ojo de buey. En su interior el único elemento decorativo lo constituyen unas sencillas  pinturas realizadas al fresco por el lorquino Muñoz Barberán, que aluden a los atributos del mártir y a su evangelio apócrifo. El retablo, construido después de la Guerra Civil, responde a la voluntad de combinar la austeridad con la simplicidad de líneas.
El cuerpo superior, correspondiente al conjuratorio, es de planta octogonal,  en el que se abre una hornacina con la figura en piedra del patrón.

CONJURATORIO: El Conjuratorio de la Ermita de San Bartolomé de Cieza, junto con el del Real Alcázar-Santuario de la Stª Cruz de Caravaca, constituyen los dos únicos ejemplos conservados en todo el SE español. Los conjuratorios servían para conjurar las nubes cuando había indicios de tormentas y adversidades climatológicas.
Tiene planta octogonal, abierta por seis vanos cuadrangulares a través de los cuáles se asomaba al santo para que ahuyentara las tormentas. El interior está decorado con pinturas al fresco de corte popular con motivos vegetales a base de jarrones florales y guirnaldas, de factura tosca, y originarios de principios del s. XIX, en un barroco muy local. En la bóveda se escenifica una tormenta con una gran nube central de la que emergen  rayos. 

IMAGEN DE SAN BARTOLOME: La primitiva imagen de San Bartolomé data del s. XVI y es atribuida, por sus características y estilo, al escultor granadino Juan Pérez de Artá. La escultura respondía al estilo gótico final, predominando un cierto realismo idealizado, con ojos muy marcados y expresivos y con barba. Durante la Guerra Civil fue destruida y arrojada al río, pudiéndose recuperar tan sólo la cabeza, siendo la única parte que se conserva de la imagen original. La imagen actual fue reconstruida en 1943 por el escultor ciezano D. Manuel Juan Carrillo Marco a partir de grabados de la época. Una inscripción en la escultura nos dice que fue ayudado por su padre D. Manuel Carrillo García.

Detalle del libro que porta San Bartolomé.

San Bartolomé -Patrón de Cieza-
Imagen de San Bartolomé.