miércoles, 14 de abril de 2010

EL SUDOR DEL SANTO

LOS SUDORES DE SAN BARTOLOMÉ

Narrador: Escribano D.Luis Daroca Marín
Cura de la Iglesia: D.José Roldán
Cura Teniente Iglesia parroquial: D.Melchor Marín Ordoñez
Beneficiado de la Ciudad de Alicante: D.Miguel Sánchez.
Presidente Observancia Convento Nuestro Padre S.Francisco de Orihuela: D.Jerónimo Tudela.
D.Fray Pascual Pérez.
Pueblo llano.

D.Luis Daroca Marín (Narrador):
En esta villa de Cieza, a veintiseis días del mes de agosto de mil setecientos veinti- dós, yo,el presente escribano, doy fe a los señores que el presente vieren, como ayer día veinticinco de dicho mes, siendo como a las seis de la tarde y estando junta la mayor parte de este pueblo con muchos forasteros en su plaza pública, celebrando la festividad del señor San Bartolomé Apostol, su patrono, se vio una nube muy negra que venía hacia el término de esta villa, por la parte norte, con un grande torbellino o huracán...

Personaje 1:
-!Mirad, Mirad!, !que nubes se acercan!.

Personaje 2:
-!Es horrible!, da miedo solo mirar, parece que amenaza con el fin del mundo.

Personaje 3:
    -!Jamás había visto algo así, si llegan a quí, de esta sólo nos salba un milagro.

Personaje 1:
    -!Vamos a la iglesia, hay que avisar al señor cura!.

Narrador:
Siendo como soy, el presente escribano, mayordomo de la cofradía de dicho Santo Patrono, y estar a mi cargo la obligación de llevarlo al conjuratorio siempre que venga nube, de la cual se presuma tormenta, acudí a la iglesia parroquial de esta villa, en compañía de diferentes hombres y mujeres a hacer esta diligencia, los cuales se recogían a hacer oración y pedir misericordia en tan horroroso aflicto, como ya se experimentaba de aire y agua. A cuyo efecto, y al entrar en la iglesia, vi como mucha gente tenía al patrono con cuatro baldones encendidos junto a las puertas principales de la iglesia parroquial, pidiendo todos en alta voz misericordia a Dios, nuestro señor, y al Sr. D.José Roldán, beneficiado y cura de la Iglesia parroquial, con otros muchos de este pueblo y forasteros, que se encontraban en la capilla mayor, rezando en alta voz el Santo Rosario en dévotas súplicas y plegarias. Temiendo que la nube asolara y destruyera el lugar, estuvo la gente muy turbada y afligida como cosa de media hora, y cuando ya pareció que amainaba.....

Personaje 2:
    -!La tormenta ha terminado, ya ha pasado la nube!.

Narrador:
...Se ocultó al Santisimo Sacramento, y volviendo a la imagen de San Bartolomé en sus andas para dejarla donde antes estaba, se sintieron las voces de algunos que lo traían y acompañaban que decían:

Personaje 3:
-!Que suda el santo!, !que suda el santo!.

Narrador:
...Lo que repitieron muchas veces. A estas voces acudió D.José Roldán y mandó detener a los que llevaban la Imagen del Santo en las andas.

D.José Roldán:
    -¿Qué es lo que ocurre?, ¿a qué vienen esos gritos?. !Bajad las andas y poned el santo en el suelo!.

Personaje 3:
-!Padre, padre, que el santo está sudando!.

D.José Roldán:
-!Bien, bien!, veamos qué es lo que ocurre!.
A ver, !traedme un lienzo limpio!.

Narrador:
Muchos de los que nos hallamos inmediatos y más cerca, vimos que tenía San Bartolomé el rostro con muchas gotas de agua, y juzgando que sería salpicada de la mucha que había llovido, cuando estaba el Santo junto a la puerta de la iglesia, le limpió el cura con un lienzo blanco muy bien, sin dejarle gota alguna de agua, de las que entonces se viera tenía el Santo en su rostro, pero inmediatamente...

Personaje 4:
-!Vuelve a sudar, vuelve a sudar!.

Narrador:
Reconociendo que este caso no podía ser natural, mandó el señor cura le trajesen unos corporales, con los cuales el padre Fray Jerónimo Tudela, presidente de Obervancia en el convento de Nuestro Padre San Francísco, en la ciudad de Orihuela, que también estaba presente, limpió el rostro del Santo.

Personaje 5:
!El Santo vuelve a sudar!.

D.José Roldán:
-!Silencio, silencio!, !Hagan el favor de callar!,
Por favor Fray Jerónimo, vuelva a limpiar el rostro.

Personaje 3:
-!Mirad las mejillas!.


Personaje 5:
!Es verdad, vuelve a sudar!.

Personaje 6:
!Y la barba, también suda por la barba!.

Narrador:
A todo esto, y pareciéndole al señor cura que D. Miguel Sánchez, beneficiado de la ciudad de Alicante, el cual también se encontraba presente, estaba dudoso por no estar muy inmediato al Santo, le dijo:

D.José Roldán:
!Señor D.Miguel, por favor, acérquese, coja usted los corporales y tenga la bondad de secar al Santo.

Personaje 5:
-!Otra vez suda, mirad la cara!.

D.Miguel Sánchez:
-!Es cierto, no me cabe duda de lo sobrenatural de este acontecimiento!, !el Santo está sudando!.

Narrador:
Hasta cinco veces sudó el Santo en aquel rato, lo cual yo, personalmente, comprobé para con más certeza darlo por testimonio.
Cinco veces sudó, en lo que parece quiso manifestar San Bartolomé lo mucho que había trabajado defendiendo a su pueblo de la maligna nube que lo amenazaba. Cinco veces sudó, como cualquier persona suda después de un enorme esfuerzo o un trabajo agotador.
Y para que quede constancia de este acontecimiento, yo, D.Luis Daroca Marín, dejo escrito los acontecimientos que he narrado y que sucedieron en esta villa de Cieza, para que no caigan en el olvido y que los actuales habitantes y las generaciones futuras veneren como se merece a su Santo Patrono, aquel que un 25 de agosto de 1722 salvó a su pueblo de un desastre seguro.
Después de todo lo narrado, sólo quiero terminar con una frase que espero se repita de generación en generación:
!VIVA SAN BARTOLOMÉ!.

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