lunes, 16 de agosto de 2010

REVISTA FERIA 2010: LAS DELICIAS



LA CASA DE LAS DELICIAS
¿DEMASIADO TARDE?

Infinidad de veces hemos escuchado en algunos de esos corrillos “pseudo-tertulianos”, aquellos en los que sin programarlo nos ponemos a discutir sobre lo divino y lo profano; pero sobre todo, y especialmente de quienes nos interesa y nos preocupa la cultura y el patrimonio de nuestro pueblo, frases como: “lástima de pueblo, con el patrimonio que tenemos y no le sacamos provecho”; “si otros pueblos tuvieran lo que tenemos aquí…..”; “si en Cartagena tuvieran Siyâsa, ya la habrían levantado”; “tenemos en Cieza la gallina de los huevos de oro y no le sacamos provecho (en referencia al despoblado de Siyâsa)”; “con el río y los parajes que poseemos…”, etc. Y así podríamos seguir durante folios y folios; pero lo peor de todo es que razones no les faltan a todos aquellos que pronuncian estas frases, por muy altisonantes, rimbombantes o “desinformadas” que parezcan.
Lo cierto es que si te pones a recorrer nuestro pueblo te das cuenta verdaderamente del inmenso patrimonio que poseemos; no solo tenemos “la intangible” Siyâsa, riqueza patrimonial que puesta en valor a buen seguro que por si sola “daría de comer a gran parte del pueblo”( por mucho que haya gente que no quiera escuchar expresiones como esta); sino otra gran cantidad de monumentos, tanto civiles como religiosos, urbanos o naturales que muy pocos pueblos de nuestro entorno poseen, y que nosotros mismos, tal vez por la cercanía, la costumbre y otras veces por la ignorancia, subestimamos o no le damos la importancia que verdaderamente merecen.
La lista patrimonial de nuestro pueblo sería, no voy a decir infinita, pero si muy extensa, apareciendo en ella edificios o parajes que poseen un estado de conservación más que aceptables junto con otros que si no se remedia pronto caerán en la ruina absoluta y en el olvido; como ya ha sucedido en numerosas ocasiones con otros inmuebles o lugares emblemáticos, y que luego, por mucho que nos lo propongamos, no podremos recuperar, ya que habrán perdido su “alma” original; a no ser que nos conformemos con una mera copia.
En nuestro afán por la conservación ( y hablo en plural porque se que muchos piensan como yo) y sobre todo por la urgente actuación y recuperación de nuestro patrimonio, como ya hicimos en otras ocasiones denunciando el estado de ruina de edificaciones o paisajes medioambientales emblemáticos de nuestro municipio; como han sido el caso del Menjú, el lienzo de la fortaleza del muro, la torre medieval de Ascoy o la propia Siyâsa; en esta edición queremos llamar la atención sobre otro edificio singular de nuestro pueblo y que necesita, de forma inmediata, una “restauración” y evitar su ruina. Repetimos: “UNA RESTAURACIÓN”, no un “tirar y levantar”; ya que de ser así y como hemos escrito anteriormente, estos edificios perderían su verdadero valor, su verdadera alma, la historia que descansa en sus muros, pasando a ser una simple copia sin personalidad ni pasado.
En este caso nos referiremos a la casa de las Delicias. Ubicada en el paraje del Maripinar, esta preciosa casa fue adquirida por el Ayuntamiento de Cieza para la construcción de un Hotel pero que la desidia, la burocracia y el implacable paso del tiempo están haciendo de esta edificación un lamentable ejemplo de lo que el desinterés por conservar nuestro pasado provoca en nuestro patrimonio.
Como una imagen vale más que mil palabras, adjuntamos unas instantáneas para que sirvan de denuncia; esperando que por lo menos provoque algún tipo de interés en quien o quienes corresponda poner remedio a este mal, y emprendan de forma inmediata actuaciones para evitar que este irrepetible y original edificio desaparezca de forma definitiva o que no sea “sustituido” por una nueva construcción que intente imitar al original; ya que una “verdadera restauración” todavía es posible.






Mariano Martínez Béjar

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